El perfil profesional del docente basado en la división de funciones está cambiando poco a poco para dar paso a otro perfil o, mejor aún, a perfiles diferenciales. En el momento actual el profesor requiere nuevas estrategias, percepciones, experiencias y conocimientos para intentar dar respuesta a los múltiples interrogantes que se le presentan cada día. Las competencias del docente, es preciso desentrañar qué elementos cognitivos, actitudinales, valorativos y de destrezas favorecen la resolución de los problemas educativos, desde todos los niveles de desempeño del docente, para de esta manera, sea posible identificar y analizar aquellas capacidades requeridas por un grupo social determinado, en un contexto específico, lo cual le dará pertinencia social a este nuevo perfil.
Según los criterios planteados por la autora Levy-Leboyer (1997), infiere que existen tres formas de adquirir y desarrollar las competencias:
· En la formación previa, antes de la vida activa y fuera del contexto del trabajo.
· A través de cursos de formación continua, durante la vida activa.
· Por el ejercicio mismo de una actividad profesional.
El educador concebido desde esta óptica debe despertar el interés por aprender, cómo aprender y mantener al día estos conocimientos. Actualmente, se vive una etapa de transición y de cambio en relación con el rol del docente debido a múltiples causas, una de las más importante, es el impacto de los cambios tecnológicos en el proceso de enseñanza y aprendizaje, los cuales han ampliado el concepto de educación considerablemente.
Desde la perspectiva del autor Braslavsky (1998), sostiene que los docentes para una mayor profesionalización de su función además, deben saber:
· Planificar y conducir movilizando otros actores.
· Adquirir o construir contenidos y conocimientos a través del estudio o la experiencia. Hay saber cuando un proceso o actividad es aplicado en situaciones o prácticas que requieren dicho saber.
· Identificar los obstáculos o problemas que se presentan en la ejecución de proyectos u otras actividades del aula. Esto requiere una capacidad de observación que debe aprenderse ya que no se encuentra naturalmente.
· Seleccionar diferentes estrategias para el desarrollo del proceso de enseñanza y aprendizaje, para la optimización del tiempo, de los recursos y de las informaciones disponibles.
· Hacer, disponibilidad para modificar una parte de lo real, según una intención y por actos mentales apropiados.
Ahora bien el autor Tobón (2006), propone las siguientes topologías de competencia según el nuevo perfil de los docentes identificados por los sectores sociales y educativos, enumerándose de la siguiente manera:
· Competencias Intelectual (conocer): Domina conceptos y teóricos actualizados sobre las disciplinas educativas y de su especialidad, la cual posee una cultura general propia de la educación superior que incluya las TIC.
· Competencias Intra e Interpersonales (ser): Afianza su identidad personal, profesional y cultiva su autoestima, siendo coherente con principios éticos, espirituales y humanizantes, cultivando así la apertura a lo nuevo y a lo distinto.
· Competencias social (convivir): Brinda afecto, seguridad y confianza, practicando la tolerancia y la búsqueda de consensos, estableciendo relaciones de diálogos a nivel interpersonal e interinstitucional.
· Competencias profesionales (hacer): Define y elabora proyectos educativos sobre la base de diagnósticos y perfiles institucionales, logrando la diversidad en los currículos en función de las necesidades y posibilidades. Planificando, organizando, ejecutando y evaluando situaciones de aprendizaje significativo a partir de las características, experiencias y potencialidades de los niños.
Generalizando los diferentes tipos de competencia se puede definir como las capacidades de poner en operación los diferentes conocimientos, habilidades y valores de manera integral en las diferentes interacciones que tienen los seres humanos para la vida en el ámbito personal, social y laboral.
Con respecto al reglamento del ejercicio de la profesión docente en el artículo 2° señala:
“Se entiende por personal docente, quienes ejerzan cualquiera de las funciones señaladas en el artículo 77° de la Ley Orgánica de Educación, bien sea en la condición de personal ordinario o de personal interno. Asimismo entiende por profesional de la docencia a los que se refiere al aparte de ese artículo”.
Por otro lado el artículo 3° resalta:
“Este reglamento se aplicará a quienes ejerzan la profesión docente en funciones de enseñanza, orientación, planificación, investigación, experimentación, evaluación, dirección, supervisión y administración, en el campo educativo, con excepción del nivel de educación superior”.
Ambos artículos son importantes para la disposición de ambientes de trabajo alcanzando la participación y convivencia entre las instituciones y la comunidad. Razón por la cual los docentes de la actualidad suele ser un orientador y facilitador de los conocimientos que los niños y niñas desean adquirir en bien para la construcción de su aprendizaje, involucrando así la tecnología para el mejoramiento y calidad del proceso educativo.
En cuanto al momento de la clase según el autor Díaz Barriga lo clasifica de la siguiente manera:
ü Procesos cognitivos básicos: se refieren a todas aquellas operaciones y procesos involucrados en el procesamiento de la información, como atención, percepción, codificación, almacenaje y mnémicos. recuperación, entre otros.
ü Base de conocimientos: se refiere al bagaje de hechos, conceptos y principios que poseemos, el cual está organizado en forma de un reticulado jerárquico (construcción por esquema).
ü Conocimiento estratégico: este tipo de conocimiento tiene que ver directamente con los que hemos llamado estrategias de aprendizaje.
ü Conocimiento metacogniitivo: se refiere al conocimiento que poseemos sobre qué y cómo lo sabemos, así como al conocimiento que tenemos sobre nuestros procesos y operaciones cognitivas cuando aprendemos, recordamos o solucionamos problemas.
Las nuevas modificaciones en el mundo del trabajo, sobre todo a causa de la introducción de las nuevas tecnologías, generan nuevas necesidades formativas, ante las cuales el aula y el centro de formación se muestran impotentes para su satisfacción. Más allá de las reformas habidas y su insuficiencia por la continua demanda socio laboral, ante el acelerado y progresivo cambio, se observa como las propias empresas pasan a constituirse en instituciones formativas, productoras de competencias y cualificaciones concretas e inmediatas.
Fuentes bibliográficas:
ü Frida Díaz Barriga Arceo, Gerardo Hernández Rojas McGRAW-HILL, México, 1999
ü Reglamento del Ejercicio de la Profesión Docente. Decreto N° 1.011 de fecha 04 de octubre de 2000, Gaceta Oficial N° 5.496 Extraordinario de fecha 31 de octubre de 2000.
ü El desarrollo y la gestión de competencias profesionales: una mirada desde la formación. José Tejada Fernández y Antonio Navío Gámez. Universidad Autónoma de Barcelona, España.
üRevista electrónica De un perfil docente tradicional a un perfil docente basado en competencias. 2007. Caracas – Venezuela




